Esta es una entrevista publicada a pocos meses de la llegada de Michael a México y que con gusto transcribo para los interesados.
¿Por qué apenas ahora se trae a Michael Jackson a México?
Por diversas circunstancias. Primero porque Ciudad de México se abrió a este tipo de espectáculos. Antes se le tenía miedo a estas presentaciones y, si gente como él no venía era porque no se tenían permisos… Nadie podía traerle sin autorización. Ahora hay apoyo, entusiasmo y anuencia por parte de las autoridades.
¿Cómo se pusieron en contacto con el artista para contratarlo?La verdad es que su visita a México es consecuencia de la de Elton John, ya que éste habló muy bien del público, de los productores y de la organización. Por otro lado, nosotros ya estábamos en contacto con uno de los managers de Michael, Marcel Avram, pero curiosamente no fuimos a buscarlo ya que él había pedido una cita con la gente que trajo a Elton, con el señor Jorge Vargas. Así se llevó a cabo la contratación.
Entonces ¿no es que el artista no haya querido venir antes?
No, nada de eso. Él viene deseoso de conocer México; estará unos cinco o seis días. No tenemos aún la fecha exacta de su llegada, por ajustes que se están haciendo en su gira.
¿Con cuanta anticipación se prepara una visita de tal importancia?
Desde las primeras gestiones que hizo el señor Vergara hasta el evento, aproximadamente ocho meses.
¿Cuántas personas cree que asistirán al estadio?
Setenta mil, ochenta mil personas por función.
¿Cómo apoya México la producción de este evento?
Ellos pondrán toda la producción internacional y nosotros pondremos los servicios locales, apoyaremos y solucionaremos cualquier problema de producción originado aquí. Se construirán oficinas, camerinos y baños dentro del Estadio Azteca, aparte de los ya existentes.
¿En cuanto al equipo de sonido y luces?
¡Ellos traen todo! Una pantalla gigante de 15 metros, cuatro de menor tamaño, 186 bocinas, entre otras cosas. Las luces están planteadas para que puedan causar ¡el mismo efecto de día que de noche!
¿Cuántos mexicanos intervienen en la organización?
Unas mil personas entre elementos de Canto Nuevo, de seguridad, promoción y empleados del Estadio Azteca.
¿Michael ha pedido alguna excentricidad?
Hasta ahora no. Tú sabes que, por decisión personal, Michael estuvo alejado un tiempo de la prensa y de la publicidad. A raíz de eso se creó una leyenda en torno a él, se inventaron muchas cosas; pero, la verdad, no ha pedido nada fuera de lo normal, solo los requerimientos que el espectáculo y el escenario exigen y no son caprichos del artista.
¿Cuánto costó traer a éste astro a México?No es por ocultarlo, pero hasta el momento me es imposible darte una cifra, ya que los artistas como él trabajan mediante porcentajes. No podemos saber cuál será la entrada bruta del evento porque aún estamos bloqueando áreas del estadio por razones técnicas.
¿Después de Elton John y Michael Jackson, quién sigue?
Me la pones difícil. No hay muchos astros que puedan llenar el Estadio Azteca. Creo que con uno o dos artistas por año es suficiente aunque, la verdad, no depende tanto de la voluntad de un empresario sino, más bien, de que el artista esté de gira. Si Michael no hubiera estado de gira, no lo habríamos podido contratar.
¿Y qué me puede decir de la seguridad durante el evento?
Él trae su propio equipo de seguridad. Nosotros contamos con el apoyo de las autoridades capitalinas. Hay dos tipos de seguridad en estos casos: la exterior, de la que se encargará la policía de la Ciudad de México cuidando los alrededores, las puertas y túneles de acceso al Estadio Azteca; y la seguridad interna, la privada, que se centrará en el público.
Como responsable directo de la producción del espectáculo, ¿qué opina de éste?Es el más grande, en número de funciones realizadas y en cantidad de público reunido, que se haya presentado en México; y será un acontecimiento que partirá la historia musical de nuestro país. En el futuro se hablará del antes y el después de la presentación de Michael Jackson.
¿Qué significa para usted traer a Michael Jackson?
Como dice un ejecutivo de la compañía refresquera que lo promueve: “Es un orgullo y una medalla para cualquiera de nosotros.”
